SALUD Y BIENESTAR HOLÍSTICO


ÚNETE A MÍ EN EL VIAJE HACIA LA COPA DEL MUNDO

Acompáñame en mi viaje hacia el Campeonato Mundial de Bachata. Recibe boletines y obtén actualizaciones sobre mi viaje a México.

Bailando en solitario en el Mundial
¡Fuerte, libre y sin miedo, solo, pero nunca solo!

¿Qué se requiere para bailar solo en el Campeonato Mundial de Bachata? Una visión de los criterios, los desafíos y lo que se necesita para estar solo en el escenario, sin compañero, pero con total responsabilidad por cada movimiento.


Amelia Fjellvard

Bailando en solitario en el Campeonato Mundial de Bachata: un viaje de libertad artística, miedo y maestría

"Todo lo que siempre has deseado se encuentra al otro lado del miedo".

– George Addair

Una experiencia abrumadora pero mágica.

Estar solo en el escenario durante un campeonato mundial es una de las experiencias más aterradoras –y al mismo tiempo más mágicas– que puedo imaginar. La idea de competir en la categoría Solista en el Campeonato Mundial de Bachata en diciembre parece irreal y abrumadora. Este es mi primer viaje hacia algo tan grande, y aunque todavía tengo tiempo para prepararme, sé que cada día previo al campeonato será crucial.

¿Alguna vez te has enfrentado a un desafío que te asusta y te fascina al mismo tiempo?

Sin pareja, solo yo y el escenario

Bailar Solo significa que todo depende de mí. No tengo ningún compañero en quien apoyarme ni nadie con quien compartir la responsabilidad: solo yo, la música y el escenario. Tengo que ser dueño de cada paso, de cada movimiento y de cada emoción que quiero transmitir.

La mirada de los jueces – ¿Qué se evalúa?

En el concurso me evalúan según varios criterios:

  • El ritmo y el tiempo deben ser precisos.
  • La musicalidad debe brillar.
  • La técnica debe ser limpia.
  • La coreografía debe ser al mismo tiempo creativa y exigente.

Pero no se trata solo de bailar. Tengo que ser capaz de captar la atención de la audiencia, crear una conexión y transmitir una historia que parezca real.

El miedo que acecha en el fondo

Pero voy a ser sincero: me da miedo. Estar solo en el escenario con todos los ojos puestos en mí es un desafío intenso. Me vienen a la mente algunos pensamientos: ¿Qué pasa si olvido parte de la coreografía? ¿Qué pasa si no puedo transmitir lo que quiero? Los nervios antes de subir al escenario estarán ahí, eso ya lo sé.

Cuando el miedo se convierte en una fuerza impulsora

Al mismo tiempo, es precisamente este sentimiento lo que hace que el viaje sea tan valioso. Cuando la música empieza, todo lo demás desaparece. El miedo se convierte en energía, la tensión se convierte en fuerza motriz. El cuerpo toma el control y, de repente, ya no se trata de técnica o juicio, sino de estar presente en el momento.

¿Por qué elegí bailar solo?

Podría haber competido en dúo o con un compañero, pero había algo en el desafío de estar solo en el escenario que me atraía. Tal vez se trate de la libertad: la capacidad de bailar exactamente como siento la música, sin tener que adaptarme a los movimientos de otra persona. Quizás también sea un deseo de demostrarme a mí mismo que puedo.

Persiguiendo un sueño – No importa tu edad

La danza siempre ha sido una parte importante de mi vida, pero esta es la primera vez que me he propuesto un desafío tan específico a nivel internacional. Cuando bailo, me siento libre. El ritmo de la música, las ondas de movimiento, la sensación de ser uno con la música: es una experiencia que no se puede describir con palabras. Y ahora tengo la oportunidad de mostrar esto mismo en un escenario frente al mundo.

¿Alguna vez has tenido un sueño que creías fuera de tu alcance?

¿Un sueño que parecía demasiado grande, demasiado exigente o quizás demasiado arriesgado?

Rompiendo el "edadismo"

Pero no se trata sólo de mí. Sé que muchos, especialmente a mi edad, han aprendido a creer que es demasiado tarde. Que ciertos sueños pertenecen a los jóvenes. Que existe un límite invisible a lo que “deberíamos” hacer cuando llegamos a cierta edad. Me niego a aceptarlo.

El edadismo es una de las mayores limitaciones que nos imponemos a nosotros mismos y a los demás. Quiero demostrar que nunca es demasiado tarde para desafiarse a uno mismo, para crecer, para aprender algo nuevo y para estar en el centro de atención incluso cuando el mundo dice que el escenario pertenece a los más jóvenes.

Más que una competición

Para mí, este viaje no es sólo un desafío personal, sino también una oportunidad de inspirar a otros a seguir sus propios sueños, sin importar la edad que tengan. No se trata de la edad: se trata de voluntad, pasión y coraje para perseguir lo que realmente quieres.

El momento que cuenta

El momento antes de que empiece la música, cuando todo queda en silencio y estoy sola en el escenario, es al mismo tiempo aterrador y mágico. Pero sé que una vez que doy el primer paso, no hay vuelta atrás. Solo soy yo, la música y la historia que quiero contar.

El viaje acaba de comenzar.

Este es mi primer viaje hacia algo así y sé que será un desafío. Pero también sé que es en los desafíos que crecemos. Estoy deseando emprender este viaje y no puedo esperar a compartirlo con vosotros.

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que realmente te desafió? ¿Algo que te provocó mariposas en el estómago, pero que también provocó una chispa de emoción?

DEJA UN COMENTARIO
Sígueme

¡Sígueme en las redes sociales para obtener inspiración diaria y actualizaciones emocionantes! Sé parte de mi viaje: ¡la danza, el movimiento y la alegría de vivir te esperan!

Contáctame

¿Quieres aprender a bailar, recibir clases particulares o reservarme para un evento?

Llámame al 93052983

¡Espero escuchar de usted!

© 2025 Amelia Fjellvard. Reservados todos los derechos.

Made With Webomatic